La interacción entre pymes y territorio local es garantía de mayor competitividad|

Las micro, pequeñas y medianas empresas son clave en la dinamización de la economía territorial. Sus titulares viven mayoritariamente en el territorio, donde toman decisiones y tienden a involucrarse con su lugar de residencia, aunque no siempre existe una agenda común entre empresas y territorio que pugne por el desarrollo mutuo.

Está comprobado que ninguna actividad productiva se realiza ni ejecuta “en el aire”. Por el contrario, se desarrollan en un espacio territorial que cuenta con una red de relaciones que involucra a actores de amplia diversidad: proveedores; clientes; prestadores; fiscalizadores; empleados; controladores; Estado; universidad; entre otros. Por lo tanto, una empresa “tiene bajo control” el trabajo de su competitividad “intramuros”, o a lo sumo en relación a otras pares, pero puede perderla, y de hecho sucede, al atravesar el límite de su predio. Esto acontece porque puede haber problemas de infraestructura; de alcance profesional; de normativas; de gestión del conocimiento; etc.

Esta constatación está clara a nivel central del Estado y también en el nivel del actual gobierno de la provincia de Buenos Aires, lo que garantiza el trabajo conjunto de articulación de recursos y esfuerzos entre ambos niveles. No obstante, esos recursos y esfuerzos podrían perderse, o al menos no ser tan eficaces y eficientes en su administración y gestión, si no se asegura un anclaje territorial verdadero que resulte productivo para las Pymes y el territorio local y regional en su conjunto.

Para que eso suceda habría que contribuir a poner en valor una agenda territorial de desarrollo en consonancia con los niveles superiores del Estado. ¿Es esto posible? En algunos municipios sí y de manera inmediata, pues hay historia de gestión articulada entre los actores de su comunidad. En esos casos, hay diálogo aceitado entre el municipio, la universidad o institutos terciarios, las otras instituciones locales relacionadas con el desarrollo y las empresas. Aún así hay territorios donde ese hábito está ausente, y si lo hubo, entró en retroceso. Entonces, hay que formular de manera inmediata un programa de fortalecimiento a los municipios para que ganen en capacidad de gestión, que les permita abordar los desafíos que implica la complejidad del mundo en el cual vivimos, con una agenda que contiene nuevos retos para las Pymes y para los emprendedores. A su vez, esa dinámica hará menos compleja la gestión del desarrollo en los niveles superiores del Estado.

Eso significa que debemos innovar en gestión; adecuar herramientas financieras y no financieras; poner en valor los liderazgos territoriales; adaptar las gestiones de los parques industriales desde una mirada ambiental sustentable, dotar de competitividad a las empresas, al entramado institucional para el desarrollo y al territorio en su conjunto, pero antes, debemos entenderlo.

El país se desarrollará si lo hacen sus territorios. Este es uno de los principales “cuellos de botella” que estamos empeñados en resolver. En esa línea, estaremos presentando en los próximos días el programa de fortalecimiento a los municipios bonaerenses, que propenderá a abordar tales restricciones.

[1] Doctor en economía y ciencias sociales (Universidad Politécnica de Valencia); Magister en Desarrollo Local (UNSAM); Master en Desarrollo Económico Local (Universidad Autónoma de Madrid). Colaborador del ILPES / CEPAL; del Programa ConectaDEL (FOMIN- BID); de la UIM, del PNUD-ART.